El hombre tiene cuatro o cinco erecciones durante la noche, mientras duerme. Se trata de respuestas vegetativas inconscientes del aparato genital masculino. En las fases del sueño llamadas “REM” (Rapid Eye Movement) o “MOR” (Movimientos Oculares Rápidos, en castellano). Suelen producirse episodios de erecciones parciales o completas. Algunas de estas erecciones nocturnas pueden llegar al clímax en una explosión eyaculatoria. En las fases REM, la mujer, por su parte, puede experimentar un cierto grado de excitación e incluso flujo vaginal.
En el caso del hombre, las emisiones nocturnas cumplen un fin en su organismo. Como parte de la salud sexual de la persona es aconsejable mantener la frecuencia eyaculatoria del individuo en buen estado. Si la persona no tiene relaciones sexuales, esto puede conseguirse por medio de la masturbación. Sin embargo, cuando alguien no se masturba, el organismo puede llevarle a ello por medio de las “emisiones nocturnas”, o “sueños húmedos”, como se les llama coloquialmente.
Las emisiones nocturnas suelen ir acompañadas de sueños eróticos, aunque no necesariamente. Hay teorías que sostienen que son el resultado directo de la estimulación ocasionada por los sueños eróticos o por las fantasías del mismo tipo. Tenemos información de hombres que aseguran que durante sus emisiones nocturnas sus sueños carecían de cualquier contenido erótico. Asimismo, existe otra teoría bastante extendida, que plantea que el cuerpo se deshace del semen para evitar así un almacenamiento excesivo de semen en el organismo. También puede contribuir que el líquido seminal se mantenga en condiciones óptimas para la fecundación.
En cuanto a su frecuencia, podemos decir que varía mucho. Es más común entre hombres adolescentes o adultos jóvenes y pueden ocurrir desde la pubertad. Mientras que hay quienes afirman tener emisiones nocturnas con asiduidad durante determinadas etapas de su vida, hay otros hombres que aseguran que no las conocen y que nunca las han tenido. Las huellas que esas emisiones dejan en las sábanas no siempre son bien entendidas. Algunos hombres se han sentido incómodos ante el testigo mudo de su activación nocturna.
La visión negativa y pecaminosa del sexo hizo que a las emisiones nocturnas se les aplicara la denominación de «poluciones», asociándolas a algo sucio y negativo. Hay que recalcar que desde una perspectiva médica y sexológica, las emisiones nocturnas son absolutamente naturales y saludables.
¿Tienes o has tenidos emisiones nocturnas? ¿Las asocias a la inactividad sexual durante tu vida despierta? ¿Cuál es tu experiencia al respecto? ¿Tienes alguna anécdota sobre las huellas de las emisiones? Si eres mujer, ¿reconoces algo similar en tu experiencia?