En la segunda parte del siglo XX, no ser heterosexual dejó de criminalizarse. La retirada de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales dio lugar al surgimiento de un movimiento de liberación del yugo heteropatriarcal por parte de hombres gays y lesbianas, así como todo tipo de personas no heterosexuales, que marcó un nuevo clima moral en Occidente. Las letras del movimiento van en aumento y corremos el peligro de contar con todas las letras del abecedario: LGTBIIQ+ de momento, no consigue incluir a todas las identidades identificadas hasta el momento.
Está claro que nada permanece estático, y la actual Unión Europea debe enfrentarse a nuevos retos sociales, muchos de ellos relativos a su expresión hacia la facción del Este y el conflicto con otras mentalidades.
Hace unos pocos años se realizó un interesantísimo estudio por parte de dos científicos de la Universidad de Zagreb. Intentaron evaluar los macrodeterminantes de actitudes negativas hacia las homosexuales en 31 países de Europa. Algo que motivó su estudio fue la diferencia percibida en cuanto a comportamientos y actitudes hacia las personas homosexuales de la “nueva” Unión Europea comparados con aquellos de la “vieja” UE. Cabe subrayar que es difícil encontrar estudios de estas dimensiones y características. Por lo tanto, es de especial interés y aquí les presento una versión muy simplificada y resumida de los resultados.
Inicialmente, la investigación se efectuó en 33 países, aunque al final 2 de ellos fueron descartados. Se realizaron entrevistas cara a cara en el domicilio de la persona entrevistada, con un cuestionario de 112 preguntas. La muestra estuvo formada por números de participantes que iban de 900 a 2000 en cada país, y se estudiaron nada menos que 332 variables. Uno de los focos de interés fue la “homonegatividad” ‒o actitud negativa hacia las personas homosexuales‒, se evaluó a través de dos cuestiones.
- Grupos de personas que no me gustaría tener como vecinos: “No me gustaría tener de vecino a una persona homosexual”.
- La homosexualidad siempre puede estar justificada: Nunca o sólo en algunas ocasiones.
Los resultados arrojaron interesante información. En comparación con los antiguos miembros de la UE, los nuevos miembros expresaron una mayor “homonegatividad”. Las diferencias se observaron también dentro del viejo grupo de la UE. Por otro lado, en los países escandinavos y en Holanda se encontró la mayor aceptación de la homosexualidad en Europa Occidental. En algunos países mediterráneos ‒Portugal, Italia y Grecia‒ y en Irlanda se encontró la menor aceptación.
En diversos países de Europa Central y Europa del Este ‒entre los que destacan Polonia y Rumania‒ hay una fuerte oposición política y de índole sociocultural contra los derechos sexuales y, obviamente, los homosexuales. En el bloque de la oposición se encuentran invariablemente los miembros de cada iglesia nacional, así como diversos grupos políticos ‒a menudo eurofóbicos y de derechas‒.
Los resultados sugieren que las actitudes negativas hacia la homosexualidad son más comunes en la “nueva” Europa. Sólo un país europeo no occidental ‒República Checa‒ está entre los 10 países europeos que muestran una mayor aceptación con respecto a la homosexualidad.
Se encontró que la oposición a los derechos homosexuales estaba sustancialmente más presente en los países europeos centrales u occidentales. Mientras que, por ejemplo, una enorme mayoría de ciudadanos holandeses, el 82%, apoyaban el matrimonio homosexual, mayorías comparables de participantes en Letonia, Grecia y Polonia rechazaban esa misma propuesta… Recientemente hemos visto cuánta gente en Francia se opone a este derecho.
Para los curiosos de las cifras, tenemos los siguientes datos. En respuesta a la primera cuestión, es decir, «No me gustaría tener un homosexual como vecino», presentamos este resumen de los porcentajes más altos: Lituania (67,6%); Ucrania (65,7%); Rumania (65,2); Bielorrusia (63,3); Rusia (57,9%); Polonia (55,2%); Bulgaria (53,9%); Croacia (52,8)… España (16,4%) se encuentra entre los porcentajes más moderados, y el más positivo corresponde a los habitantes de Suecia (6,1%).
En cuanto a la segunda cuestión, «La homosexualidad nunca puede estar justificada», los porcentajes más altos quedaron así: Hungría (86,4%); Lituania (76;6%); Letonia (75%); Rumania (77,7%); Rusia (68,4%); Ucrania (68,0%); Croacia (64,5%); Malta 58,1%); Bulgaria (56,7%); Polonia (53,2%); Estonia (51,1%); Bielorrusia (52,5%)… España (-0,5); Suecia (-41,9%). Las cifras negativas, obviamente, indican desacuerdo.
Podemos concluir diciendo que sería un error asumir que el desarrollo económico necesariamente crea una convergencia moral y un respeto universal de los derechos humanos. Queda claro que se requiere también de una intensa y extensa labor educativa.
¿Qué te parecen los datos? ¿Qué factores crees que contribuyen al respeto de los derechos de las personas no heterosexuales? ¿Cómo hubieras respondido tú a las preguntas?
Autor: Dr. Xud Zubieta-Méndez
Artículo completo:
Stulbufer, A. & Rimac, I. (2009). Determinants of Homonegativity in Europe. Journal of Sex Research, (40) 1, 24-32.
La ilustración es de Ben Cohen, jugador de rugby profesional, activista y defensor de los derechos LGTBI+.

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