El amor platónico es la expresión utilizada popularmente para hacer referencia a aquel “amor imposible” o “inalcanzable”. Para muchas personas, el amor platónico se refiere a la primera vez que experimentaron amor por alguien (bien una persona cercana o un artista, famoso o famosa… Se dice que es una forma de “amor puro” en el que no hay elemento sexual. Los sexólogos, sin embargo, no aceptamos la idea de que lo sexual rebaje la categoría de amor y lo convierta en impuro.
El conocido amor platónico es una vertiente del sistema filosófico fundado por el griego filósofo Platón. Para él, la idea de amar se encuentra dentro de la clasificación de los tipos de amor que describió en “Diálogos”, donde el amor surge del deseo de descubrir y admirar la belleza, de un amor que es preferible expresar de forma intelectual y no física. Platón sostenía que el verdadero amor era el amor al conocimiento y sabiduría, es decir, no el amor hacia una persona, sino hacia el conocerla, saber de ella. La belleza del cuerpo, además, no se encontraba en el mismo, sino en el reflejo de la belleza espiritual, aspirando a conocer y amar esa belleza esencial.
Así, el amor platónico no tiene que ver con lo socialmente extendido como un amor inalcanzable, fundamentado principalmente en lo estético, sino con un amor que trasciende las fronteras de la belleza física, basado en la virtud, algo puro y desprovisto de pasiones, porque estas son “ciegas, materiales, efímeras y falsas”. De nuevo nos topamos con la idea de que el sexo desvirtúa el ideal del amor.
Los amores platónicos, pese a darse en casi todas las personas en alguna etapa de su vida (principalmente en la adolescencia o juventud) suelen producirse de forma más recurrente en personas introvertidas, románticas e intelectuales que sienten inseguridad ante el amor físico y que debido a la riqueza interior que poseen, expresan sus sentimientos a través de la intelectualidad. Sin embargo, a pesar de ser algo bastante común, no resulta saludable quedarse anclado o estancado en esos amores platónicos, ya que están fundamentados en una idealización que no suele corresponderse con la realidad. Esto los convierte en una relación imposible o difícil de establecer, pudiendo generar obsesión y frustración a largo plazo.
Curiosamente, el fenómeno “fanboy” o “fangirl” es comparable con el concepto de idealización. Las personas mundialmente famosas tienen tras ellas un complejo sistema de marketing y asesores de imagen que consiguen hacernos llegar únicamente a la parte más virtuosa y admirable de esa persona. Generan una imagen idílica gracias principalmente a lo estético y material. Curiosamente, estos dos últimos términos (son los que menos importancia tenían para nuestro filósofo Platón) son lo que nos lleva a idealizar al otro y casi nunca un acercamiento intelectual. El advenimiento de Internet y la aparición de innumerables redes sociales, como Instagram, fomentan este tipo de relaciones. Alguien se dedica a tiempo completo a crear una imagen, a través de selfies y vídeos, idílica de sí misma, convirtiéndose en influencers y, potencialmente, en el objeto de deseo. Mientras, hay un sinfín de seguidores de dicho objeto de deseo que, en raras ocasiones, pasa más allá de ser tan sólo un amor platónico. Lo curioso es que esto abarca a gente de una franja de edad cada vez más amplia.
¿Has tenido o tienes amores platónicos? ¿Recuerdas a alguno de ellos especialmente? ¿Consideras que los amores platónicos son propios de ciertas etapas de la vida? ¿Cuál es tu opinión acerca de que un amor de pareja no incluya sexo en su relación? ¿Sigues a diversos influencers masculinos o femeninos a través de las redes sociales?
Referencias:
Psicología y mente. Arturo Torres. Amor platónico: una guía para amar en tiempos modernos.
La mente es maravillosa. Septiembre, 2018. ¿Qué es el amor platónico?
Andrea Bello Pastor (Psicóloga y sexóloga)